Entre montañas, antiguos alerces y el océano Pacífico, se encuentra Manquemapu (“lugar de cóndores” en Mapudungún). Este lugar es hogar de la comunidad Mapuche Huilliche, que mantiene sus costumbres ancestrales. 

Durante mucho tiempo, su principal actividad económica ha sido la extracción de madera de alerce para fabricar tejuelas, conocidas por su durabilidad frente a la humedad. Sin embargo, debido a la explotación excesiva para la exportación a Canada y Europa, esta especie está en peligro y la tala de árboles vivos está prohibida. El alerce (Fitzroya cupressoides), originario de Sudamérica, crece únicamente en Chile y Argentina, y es uno de los árboles más longevos del mundo, con ejemplares que pueden superar los 3.000 años.

A pesar de esto, las poblaciones de alerce están en grave peligro de extinción debido a siglos de explotación y quema, y más recientemente, por los efectos del cambio climático.

Hoy en día, la extracción de madera en sus bosques se realiza de manera selectiva y cuidadosa. La tendencia actual es hacia el desarrollo del turismo indígena comunitario con emprendimientos ecoturísticos de bajo impacto, que incluyen actividades como el trekking y la observación de flora y fauna, entre otras iniciativas respetuosas con el medio ambiente.